viernes, 26 de abril de 2013


Oh my son. Un momento de Cielo en la Tierra.

El pasado día 7 de abril tuvo lugar el estreno europeo de Oh my son. Después de quedar suspendido "sine die" el estreno europeo, que debía ser en el Vaticano, por la dimisión de Benedicto XVI. Y tuvo lugar en Crevillent, la tierra del autor de la magnífica obra Marcos Galvany. El estreno fue memorable. Unas dos mil personas pudieron presenciar el evento en la parroquia Ntra.Sra. de Belén. Hubo momentos muy emotivos que hicieron derramar lágrimas a muchos de los asistentes y a muchos de los actuantes. Intervinieron como solistas las sopranos María García Maciá (María Joven), Pepa García Maciá (María Magdalena) y Suzanne Kantorski (María Madre), los tenores Victor Marquina (Jesús-Padre mío) y Diego Fuentes (Jesús-Padre nuestro), y el barítono Pedro García (Pilatos). Todos estuvieron a un altísimo nivel. La parte coral fue a cargo de nuestro Orfeón Voces Crevillentinas, interviniendo también en una de las piezas el Grupo Canticorum de la Escola Coral de la Federación Coral de Crevillent. Al piano estuvieron Pedro Valero y Marcos Galvany, al violoncello Fran Moral, al oboe Mario Martínez y a la percusión David Arronis y Andrea Mira, todos dirigidos por nuestra directora Isabel Puig. También intervino la bailarina Mireia Gracia del grupo Security Dance dando pinceladas artísticas a la entrada de "El Galileo". En la parte técnica estuvo BES Events (nuestros amigos Francisco Galvañ, Chema Maciá y Pedro Martín Hurtado).

No sabría explicar qué sucedió ese día, pero algo mágico impregnó el templo, desde los primeros acordes del "Mar di dolore" hasta el momento del "E risorto" se vivió una experiencia única y diría que irrepetible. Diversos pasajes de la vida de Jesús nos fueron poniendo en situación, emocionándonos. El aria fresca de María Joven con su recién nacido en brazos, la fuerza del aria de María Magdalena, el aria del Padre Nuestro con Jesús y el Orfeón, el aria de Jesús "Padre mío", todas interpretadas con mucha alma. El pueblo pedía a Pilatos que soltara a Barrabás y Jesús debía morir, "Crucifícale". Se hizo el silencio absoluto, la madre rota de dolor atravesó la vía sacra, casi sin fuerzas y ayudada por María Magdalena se acercó hacia el altar donde yacía su hijo muerto. Allí, besando y acariciando el cuerpo de su hijo, entre sollozos, cantó el aria "Vieni a me" y a todos nos llegó muy profundo el mensaje desgarrador de la madre dolorosa. Muchos lloramos con ella. Nunca vivimos de tan cerca el dolor que sintió María al perder a su hijo. Luego entre aplausos llegó la vida. Como me gustaría repetir lo que creo irrepetible. Gracias Marcos por traernos un momento de cielo a esta descorazonada Tierra.

Post By P.M. Choco
P.D. Gracias a JuanFran Egea por su relato fotográfico de aquel momento.

2 comentarios:

Maikit dijo...

Precioso relato de una noche imborrable para todos los que tuvimos la suerte de colaborar.

Maikit dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.